ME PIDIERON UNA EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA ¿ QUÉ ES ESO?

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A medida que pasan los años, es posible que algunas personas experimenten cambios en su memoria, en algunos casos esto puede ser completamente normal, pero a veces puede ser signo de que hay una enfermedad cerebral. Cuando su médico tratante (neurólogo, geriatra, psiquiatra u otro) sospecha que hay un cambio en el funcionamiento de su cerebro, le puede solicitar realizar una evaluación neuropsicológica.

Conversamos con Catalina López Insinilla, Neuropsicóloga del Centro de Neuropsicología Clínica (CNC), para conocer más de la evaluación Neuropsicológica.

La evaluación neuropsicológica tiene por objetivo conocer las funciones cognitivas,
emocionales y conductuales de la persona, con el fin de detectar posibles alteraciones en el funcionamiento cerebral y comprender cómo estas alteraciones afectan la vida cotidiana. Similar a los exámenes de sangre, resonancia magnética o escáner cerebral, la evaluación neuropsicológica es un examen más que apoya en el diagnóstico de deterioro cognitivo.

En la evaluación, la persona deberá realizar una variedad de pruebas, que van desde las tradicionales de lápiz y papel, hasta aquellas que hacen uso de tecnologías avanzadas (como tablets, computadores u otros artefactos). Estas pruebas están orientadas a evaluar áreas específicas del funcionamiento cerebral, como la memoria, la atención, la percepción, el lenguaje, las habilidades motoras, las funciones ejecutivas y las emociones. Normalmente una evaluación neuropsicológica toma de 2 a 3 sesiones, aunque eso puede variar según el motivo de consulta y el/la profesional que haga el procedimiento.

Para conocer cómo la persona se desempeña en sus actividades de la vida diaria y si
presenta algún síntoma neuropsiquiátrico, como ansiedad, depresión, desinhibición, etc. el/la profesional le puede solicitar tanto al paciente como a un informante de confianza que responda una serie de cuestionarios complementarios.

Cabe destacar que todas estas evaluaciones deben ser administradas e interpretadas exclusivamente por profesionales con experiencia en el campo de la neuropsicología.

¡OJO! La evaluación neuropsicológica no entrega un diagnóstico.

A través de estas evaluaciones, las/los neuropsicólogos elaboran el informe neuropsicológico, en el cual se reporta el perfil de fortalezas y debilidades de una persona, así como patrones de disfunción que pueden darnos indicios de que existe una disfunción a nivel neurológico, psiquiátrico o de otro tipo.

En personas mayores, es frecuente que se deriven a evaluación neuropsicológica por sospecha de trastornos neurodegenerativos, como la demencia tipo Alzheimer, demencia frontotemporal, demencia vascular, deterioro cognitivo secundario a Parkinson, etc., aunque en ocasiones se solicita este examen para conocer las secuelas de una lesión cerebral adquirida, como es el caso de los accidentes cerebro vasculares, o los traumatismos de cráneo.

Estos diagnósticos son complejos y requieren de un estudio exhaustivo, que incluye muchas veces exámenes de laboratorio, neuroimagen, entre otros, por lo que la neuropsicología si bien contribuye al diagnóstico, no es suficiente para establecerlo por sí mismo. Sólo una vez que el profesional médico recibe el informe neuropsicológico, junto con los otros exámenes solicitados, puede proceder con la formulación del diagnóstico.

Si usted percibe que su memoria ha cambiado, o ha notado cambios en personas cercanas, es aconsejable que lo consulte con su médico de confianza. La salud cerebral es algo que debemos cuidar siempre, siendo aún más crucial durante la etapa de la adultez mayor.

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