Día Mundial de la Salud Mental en el mes de las personas mayores

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Hoy, 10 de Octubre, celebramos el Día Mundial de la Salud Mental. Además, Octubre es el mes de las personas mayores, lo que lo convierte en un momento propicio para reflexionar sobre la importancia de la salud mental a lo largo de nuestro ciclo vital y su influencia en nuestro bienestar como individuos, comunidades y sociedad.

La historia y la ciencia nos han demostrado que nuestras experiencias diarias afectan tanto nuestro presente como nuestro futuro. Desde el momento en que nacemos, todos estamos expuestos a presentar condiciones de salud mental, ya sea por nuestra propia experiencia o por la de quienes nos rodean, así como por motivos transitorios o permanentes. Por ello, es fundamental visibilizar estas condiciones y promover el cuidado y la valoración de nuestra salud mental.

Desde un punto de vista de integrantes de una comunidad, es esencial reconocer que nuestras acciones y decisiones pueden impactar la salud mental propia y de quienes nos rodean de maneras que no siempre se manifiestan en otros ámbitos. Cuidar nuestras relaciones, nuestra salud física, nuestra alimentación, sueño y fomentar un buen trato entre pares, en la familia, en los establecimientos educacionales y en los lugares de trabajo, es vital.

Estigma y salud mental

Hablar de salud mental es crucial, ya que persiste un estigma significativo en torno a esta. Muchas veces, la presencia de condiciones de salud mental se asocian erróneamente con debilidad o se consideran auto-creados. Este estigma, que se manifiesta a través de creencias negativas, puede tener diversas implicancias. Por ejemplo, el estigma en torno a la edad, que afecta a las personas mayores, genera barreras para reconocer condiciones de alerta  y pedir ayuda.

Existen diferentes tipos de estigma: el estigma público, que se basa en creencias normalizadas, como considerar a los mayores como niños o a las personas con demencia como “muertos vivientes”; el estigma estructural, que se relaciona con políticas públicas que limitan el bienestar de quienes enfrentan ciertas condiciones; el autoestigma, donde las personas internalizan estas creencias negativas sobre sí mismas; y el estigma del entorno, que afecta a familiares y cuidadores.

Un ejemplo claro de la necesidad de abordar el estigma es la experiencia de vivir con Alzheimer. Un reciente informe de la ADI de 2024 mostró cifras alarmantes sobre cómo la demencia afecta tanto a quienes la presentan como a sus familiares. Estas cifras revelan que las creencias erróneas en la comunidad y entre los profesionales de la salud contribuyen a empeorar el bienestar en estas condiciones.

En este Día Mundial de la Salud Mental, hacemos un llamado a informarnos, a visibilizar estas realidades y a cultivar el respeto, la compasión, el autocuidado y el cariño, tanto hacia nosotros mismos como hacia quienes nos rodean. Cada uno de nosotros puede ser un agente de cambio en el bienestar de los demás. La promoción, prevención y cuidado de las condiciones de  salud mental deben ser una prioridad y cada uno de nosotros tiene el poder de hacer la diferencia.

Esta columna fue preparada por la Geriatra, Dra Marilú Budinich Villouta, Cofundadora de Opcionmayor® e Integrante del Consejo Asesor de Salud Mental de MINSAL.

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